domingo, 16 de junio de 2013

"¿Amenazado de muerte o acosado sexualmente?"

¡Enfermo!...Ese es el nuevo calificativo que me he ganado, el remoquete que supera a los insultos de Merce Torres Alsuelobum, quien dulcemente apenas me ha llamado ‘Payaso’ o ‘Mongólico’; o ‘Poco hombre’, como suelen decirme los defensores de Alaygarra Marú, a quienes ella ni siquiera se digna mirar precisamente por eso, porque los considera poco hombres para ella. Pero yo ahí, firme, tampoco miro a otras porque mi corazón sólo le pertenece a ella. Y los latidos de éste sólo la nombran a ella.

¿Pero de dónde vino semejante observación psiquiátrica? Pues de nadie más y nadie menos que del Vicerrector de Extensión de la Universidad del Magdalena, doctorísimo Pablo Vera.

Todo ocurrió este lunes festivo a las 3:56 pm con 13 segundos. Pablo Vera me vio sentado en una de las tiendas Juan Valdés del centro comercial Ocean Mall, compró un tintico, lo endulzó y se dirigió hacia donde yo me encontraba sentado.

- Ahora sí, enfermo –me dijo al sentarse en mi mesa- ¿cuál es tu vaina? ¿quieres mi cuerpo?

Y la señora de la mesa vecina se dio vuelta y me miró escandalizada ante semejante ofrecimiento. Yo disentí.

- ¿quieres mi inteligencia? –me inquirió de nuevo el Vicerrector.

Y yo lo miré perplejo y me pregunté para qué querría ser yo más inteligente de lo que ya soy. Volví a negar con la cabeza.

- ¿quieres mis mujeres? –preguntó otra vez.

Y entonces recordé a aquella que le puso cachos con un tal Wild y preferí declinar su oferta nuevamente.

- ¿quieres mi camioneta? – fue su cuarta pregunta.

Y yo me pinté como uno de esos personajes de Escobar, el patrón del mal. Me sentí como todo un traqueto, pero no me sedujo la idea.

Y entonces, al ver que yo rechacé todo lo que me ofrecía sin reservas, Pablo se levantó iracundo y me arrojó un vaso del mejor café del mundo, ese que producen los pobricultores colombianos. Y cuando ya no creí que volvería a interrogarme me lanzó la siguiente expresión erótica, o mejor, pornográfica:

- ¿quieres que te culeé?

Fue una de esas líneas que se escuchan en las voces de personajes de películas como Sumas y Restas o La virgen de los sicarios, y que a todos, incluso a los vigilantes del centro comercial que ya se acercaban con la macana en la mano, aquella frase los ruborizó que hasta se pararon en seco a esperar mi respuesta. De nuevo yo rechacé el ofrecimiento, así que lleno de cólera el Vicerrector Vera escupió:

- La próxima vez que me nombres en los pasquines que escribes desde la clandestinidad, te voy a demostrar lo paraco que soy, y lo neotraqueto que soy, estas advertido!.

Yo me imagino que con pasquines se refería a Las Crónicas de Gorgonia, donde él tal vez se ve reflejado en uno de los personajes. Pero nada más lejano de la realidad.

Claro que, dadas las cosas que se viven diariamente en este país, yo no tomé esas palabras como una advertencia, sino como una amenaza. De modo que si a mi mañana al salir de mi casa me cae un mago encima, asumiré que Pablo Vera fue quien me lo tiró; o si un meteorito cae donde estoy, asumiré que la grande cabeza de Pablo Vera atrajo con su gravedad a esa roca y aquello no lo consideraré un accidente, si no un atentado.

Así que ahí está, ese es el tipo de personas que administran la Universidad del Magdalena, son esas las personas que yo trato de poner en evidencia cada tanto, porque a nadie se le puede olvidar quienes son, y lo que son capaces de hacer. En esa Universidad donde los contratos son denunciados por los mismos estudiantes que los consideran irregulares, como el que ajunto a esta nota, en el que se puede ver que el contratista tiene casualmente los mismos apellidos de quien es uno de los contratantes en la entidad. Curioso ¿no?  

Sólo espero que si la “advertencia” que me hizo Pablo Vera se cumple, por lo menos el Rector tenga la deferencia de ponerle mi nombre a uno de los salones del Edificio Rio Magdalena. Yo este mismo lunes interpondré ante la Fiscalía la denuncia correspondiente anexando las pruebas que ya poseo. Lo que no sé es si lo denunciaré por amenazarme de muerte o si por acosarme sexualmente.

PD: al final, los vigilantes del centro comercial sacaron al señor Vicerrector Pablo Vera del establecimiento, y me pidieron las excusas por tan bochornoso incidente.

Por

JAIRO MENDOZA

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